INPAZ CASA CULTURAL

viernes, 27 de mayo de 2011

Junio es tu momento

Empeza a tocar la guitarra y convertite ya en un verdadero artista

HAY MAS EN EL CUADRO, DE LO QUE PUEDES VER...............

Lugar: INPAZ CASA CULTURALAv. Gaona 3123 - Timbre A

CASA CULTURAL
INFORMES E INSCRIPCION:
Av. Gaona 3125 (entre Bolivia y Artigas)
Consulte por clases de guitarra, charango y apoyo escolar

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Consulta de Libros de todo tipo.

Tel: 3967-4218 / 4585-5347

Horario de atención: 9:30 a 13 hs. y 16 a 20 hs.

E-mail: inpazcasacultural@gmail.com
Web: http://www.inpazcasacultural.blogspot.com/

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Caminito al costado del mundo...

Por ahí. Por ahí andaremos. No sabemos hacer otra cosa. No nos sale.

Somos niños jugando. Jugando con toda la seriedad con que juegan los niños. Y como tenemos mucho, pero mucho tiempo libre, y para no aburrirnos, se nos ocurrió esta locura: INPAZ CASA CULTURAL.

Si, por supuesto, es una locura. Es una locura creer que, aún hoy, en esta ciudad de aires que no siempre son buenos, todavía quedan caminos por recorrer (chiquitos, como son todos los caminitos).

Claro, estamos algo locos, no entendemos muy bien como funcionan las cosas.

Y como no entendemos, queremos aprender. Educarnos. Pero ya lo dijimos, somos niños, no nos gusta estar sólos, queremos compartir lo que se aprende.

Educarnos y educar, de eso se trata, jugando, con toda la alegria posible. Porque el conocimiento es la única forma de ser libres.

Puede ser, quizás tengan razón y de verdad estemos locos, pero nos gusta soñar.

Y como somos niños, nosotros no mentimos, a veces sólo exageramos. Porque cuando estamos despiertos, lo que soñamos, es que aún es posible un mundo más justo.

Por ahí, algún día, el caminito ya no esté más al costado.

Y cuando esté en el centro, que lindo... que lindo va a ser jugar con tanta gente.

El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.

Italo Calvino«Las Ciudades Invisibles» (1972)

INPAZ CASA CULTURAL existe para eso: para dejarles espacio (y que se lo apropien), todos aquellos que en este infierno, no son infierno. Y hacer que dure, por supuesto.